¿Crímenes? ¿Por qué crímenes?

¿No habéis reparado en lo poco que se espera que hagamos en el mundo actual? Es como si la gente aspirara a decírtelo todo en todas las situaciones, qué debes hacer, qué debes sentir, qué debes pensar... en definitiva, a destruir tus propias decisiones, emociones y pensamientos. Cualquier acto de protección de éstos, por inofensiva que sea, parece un crimen imperdonable, y así es como yo, tú, y otros seres curiosos y despiertos, nos volvemos delincuentes.

lunes, 15 de octubre de 2012

De ruinas y renaceres.

Sigo aquí, luchando entre estas ruinas,
estas ruinas que fueron en su día un sueño áureo,
un sueño áureo condenado a morir
bajo la abrasadora sombra de tus labios,
labios ahora inexpresivos y ausentes, que antaño albergaron sonrisas
por las que vendí mi aliento y mis entrañas.

Mis entrañas arden en fuego frío,
fuego frío proveniente de necias forjas,
necias forjas alimentadas por la estupidez
de turbas de seres vacíos y absurdos cetros
que pasean descaradas razones por calles de carroña.

La carroña se quema entre los páramos de mi memoria
entre cráteres sollozantes y rencorosas brechas.
Aquí resisto, rebelde y listo para volver a avanzar,
avanzar hacia el cambio, el renacer, el futuro, el triunfo.

Triunfo sobre la adversidad, sobre el miedo,
sobre la estupidez, sobre el recuerdo y su ausencia,
sobre ti, sobre mí, hacia un mejor futuro.

No olvides que yo sigo buscando un yo mejor,
que no soy el mismo, que ahora afronto mis cargas,

que algún día volveremos a vernos, sin sombras, sin dagas, sin miedo.